Ansiedad

Voy identificando cuando se producen mis momentos de ansiedad. Las comidas y cenas en mi casa son estresantes, me siento a la mesa tranquila, intentando controlarme, pero mi padre que ahora está en casa a la hora de la comida todos los días, empieza a criticarme, por cualquier cosa como hace siempre, y yo empiezo a ponerme nerviosa y cojo el pan...y ya no puedo parar,y luego corriendo a vomitar.

Siempre hay peleas en la mesa, siempre hay malas miradas de mi madre hacia mí, porque me ve comer y se pone de los nervios pensando en lo gorda que estoy.

Mi madre me ha vuelto a decir que vaya a su endocrino, que ella me pide cita, cómo no, ella lo hace todo en mi vida, todo lo bueno que hago es porque ella me ha obligado a hacerlo. Lo que intento yo me sale mal, o es una pérdida de tiempo absurda. No quiero que esto también sea un éxito en su vida, porque ahora piensa que ha fracasado como madre debido a lo horrible que me ve. Nada de mi le gusta, a veces me encantaría volver a ser una niña, que me volvieran a querer...pero es imposible, ya nunca volveré a sentir esa seguridad que me inundaba al tumbarte en el sofá y poner la cabeza sobre el regazo de mi madre. Ya no, porque yo no puedo...y porque yo no quiero...

La tristeza se ha apoderado de mi, y nadie me ayuda, sólo está mi novio, y es lo único en lo que he tenido suerte en la vida, lo único mío, elegido por mí, y bueno, muy bueno...de no ser por él creo que ahora sería un deshecho social, una drogadicta o algo así...me causa risa pensarlo, pero es la pura verdad.

Lo que necesito es tu cariño mamá, que me quieras por lo que soy y no por cómo soy por fuera o por cómo me va en los estudios. Creo que tengo muchas cosas buenas, al menos otras personas lo piensan y me lo han dicho, por qué no intentas verlas tú también?tan difícil te resulta olvidarte de mi cuerpo o de lo que pueda opinar otra gente... Me haces tan infeliz, me haces tantísimo daño, sólo quiero que me apoyes un poco, que me abraces porque te apetece abrazarme no porque quieras algo a cambio. No me pidas más besos!dámelos tú, porque me haces sentir que no te importo...parece que sólo te importes tú.

No me mandes más, no me reproches más cosas, que tengo 22 años y empequeñezco cada vez que lo haces. Estoy en un limbo entre la niñez y la edad adulta. Tengo las enseñanzas, los mandatos, las obligaciones de una niña, pero no tengo ni el cariño, ni la comprensión, ni vuestra esperanza de que me convierta en alguien mejor. Y tampoco tengo la libertad de una adulta, ni la independencia, nada...es como si nada fuera mío.

"Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes."

PERMÍTEME CRECER